El gobierno de Japón ha anunciado que no aplicará leyes de derechos de autor en datos utilizados para entrenar inteligencia artificial, con el objetivo de mantenerse competitivo en el desarrollo de tecnología AI. Aunque algunos creadores de anime y arte gráfico se han mostrado preocupados por la posible devaluación de su trabajo, la medida ha sido respaldada por el sector empresarial y académico. Japón busca aprovechar la tecnología AI para impulsar su economía, que ha estado estancada desde la década de 1990, y podría aumentar su PIB en un 50% o más en poco tiempo. Además, Japón busca acceder a datos de alta calidad en inglés para mejorar sus modelos de AI, de la misma manera en que se utiliza la cultura japonesa para el entrenamiento de AI en el mundo occidental. Esta decisión de Japón agrega una nueva perspectiva al debate sobre la regulación de la AI y muestra que un país desarrollado está dispuesto a competir directamente con Occidente en este campo.
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